Confort Acústico. Sara Arroyo 08 – 0464. Alejandra Ordehi 08- 0464

El nivel de confort acústico es el nivel de ruido a partir del cual el sonido provocado por las actividades humanas, las infraestructuras o las industrias resulta pernicioso para el descanso, la comunicación y la salud de las personas.

¿Cuantos decibeles soporta el oído humano?

El umbral del dolor está a los 140 dB, a partir de ahi, empieza a doler el oído, y se puede dañar gravemente. Ten en cuenta que desde los 90 decibleles para arriba, si escuchas mucho tiempo el sonido, los oídos se van dañando poco a poco, hasta que en la vejez ya se escucha poco.

El confort acústic0 afecta principalmente a los trabajadores de oficina, que en la actualidad ya superan en número, con clara tendencia al alza, a los operarios de fabricación. Se trata de un colectivo expuesto a unas condiciones de trabajo que pueden ser perjudiciales y han de controlarse ergonómica, estética y ambientalmente.

La tendencia a diseñar oficinas abiertas o panorámicas, las mejoras en aislamiento a los ruidos procedentes del exterior, la instalación de moquetas y falsos techos absorbentes acústicos, han provocado, paradójicamente, la aparición de ruidos que estaban enmascarados por niveles sonoros de fondo mas elevados.

Una diferencia de 5 dB entre el ruido de fondo y un sonido emergente, se detecta fácilmente, provoca una pérdida de concentración que obliga a realizar esfuerzos suplementarios, lo que se traduce en mayor agotamiento mental durante la jornada de trabajo, aumenta el estrés y la pérdida de rendimiento.

 

En cualquier auditorio, recinto o salón de clases existe un comportamiento del sonido que define si la palabra hablada, música o ambas, serán correctamente entendidas y agradables en cuanto al nivel y el timbre, aún después de varias horas de exposición.

Cada recinto debe contener al sonido “rebotando” en sus paredes y mobiliarios una determinada fracción de tiempo para que se mantenga una determinada calidad acústica. Cuando este tiempo de duración del sonido se extiende, la inteligibilidad del mismo se ve afectada y la fatiga auditiva comienza a cobrar importancia.

Existen varios estudios que detallan, de acuerdo al volumen del recinto o auditorio (sala de grabación, sala de radio, auditorio, sala de concierto, iglesia, etc.), cuál debe ser el tiempo, en segundos, necesario para producir una escucha agradable.

La arquitectura de hoy no contempla el rendimiento acústico de los ambientes ni tampoco el aislamiento de los muros o tabiques que separan los mismos, esto se demuestra en la utilización masiva del ladrillo hueco (gran trasmisor de sonido) o grandes superficies lisas, techos cóncavos y carpinterías con burletes deficientes.

La contaminación acústica también es una variable desestimada en estos tiempos, donde convivimos con espacios ruidosos en la calle, en un patio de comidas, y hasta en las escuelas, que increíblemente muchas se sitúan sobre avenidas o autopistas!

Es importante reflexionar sobre las siguientes conclusiones:

1) Un espacio acústicamente agradable predispone a la persona a permanecer más tiempo por el estado de tranquilidad que se genera (esto es vital en restaurantes y bares). Estimula la concentración, lo que hace más efectivo el trabajo en oficinas, escuelas y salas de estudio. Mejora la privacidad de una vivienda lo que mantiene la convivencia entre vecinos.

2) Siempre que se construya contemplando las cuestiones acústica y de aislamiento se reduce el costo del mismo significativamente. Las soluciones acústicas en espacios ya construidos son más costosas.

3) Mejorar el aislamiento es más costoso que mejorar la acústica interna. Los paneles absorbentes y las trampas de graves son eficientes para mejorar la acústica de un espacio cerrado pero no para aislar. En este caso se necesitan materiales de mucha densidad (tabiques, muros, etc.).

Soluciones para espacios pequeños:

Los pequeños espacios se suelen tratar aplicando materiales porosos absorbentes en lugares estratégicos de reflexión directa, esto permite obtener una reverberación adecuada sin perjudicar la estética y la funcionalidad del ambiente. Los paneles tradicionales, al colocarse apoyados sobre las paredes, tienen la contra de perder capacidad de absorción ya que trabajan de un solo lado.

Diferencia entre aislamiento y acústica interna

Uno de los errores más habituales en la acústica es la confusión entre aislamiento (transmisión de ruido) y acústica interna (reverberación, etc.).

El ruido entre dos habitaciones se frena con materiales de mucha densidad (concreto por ej.). El “rebote” del sonido dentro de una sala se disminuye con materiales porosos de baja densidad.

Es decir: Lo que es bueno para absorber el sonido es mal aislante y lo que es buen aislante es mal absorbente.

 

 

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2 responses to “Confort Acústico. Sara Arroyo 08 – 0464. Alejandra Ordehi 08- 0464

  1. El ruido es uno de los agentes contaminantes más frecuente en los puestos de trabajo incluidos los de tipo no industrial, por ejemplo, las oficinas. En estos ambientes rara vez se presentan el riesgo de daños fisícos sobre el organo auditivo y mucho menos riesgos de pérdida de la capacidad auditiva, pero también es cierto que el ruido, aun a niveles alejados de los que producen daños auditivos, puede dar lugar a otros efectos como son: alteraciones fisiológicas, distracciones, interferencias en la comunicación o alteraciones psicológicas. Estos efectos son difíciles de valorar y, en la práctica, cualquier evaluación de la exposición a ruido en oficinas debería empezar por conocer el grado de molestia expresado por los trabajadores de la oficina.

    http://www.elruido.com/portal/web/supervisor-de-ambiente/confort-custico

  2. El ruido es sonido no deseado, y en la actualidad se encuentra entre los contaminantes más invasivos. El ruido del tránsito, de aviones, de camiones de recolección de residuos, de equipos y maquinarias de la construcción, de los procesos industriales de fabricación, de cortadoras de césped, de equipos de sonido fijos o montados en automóviles, por mencionar sólo unos pocos, se encuentran entre los sonidos no deseados que se emiten a la atmósfera en forma rutinaria.

    El problema con el ruido no es únicamente que sea no deseado, sino también que afecta negativamente la salud y el bienestar humanos. Algunos de los inconvenientes producidos por el ruido son la pérdida auditiva, el estrés, la alta presión sanguínea, la pérdida de sueño, la distracción y la pérdida de productividad, así como una reducción general de la calidad de vida y la tranquilidad.

    Experimentamos el ruido en diversas formas. En ocasiones, podemos ser a la vez la causa y la víctima del ruido, como sucede cuando utilizamos equipos electrodomésticos como aspiradoras, procesadores de alimentos o secadores de cabello. También hay oportunidades en las que sufrimos el ruido generado por otras personas, al igual que sucede con el humo del cigarrillo. Aunque en ambos casos el ruido es igualmente perjudicial, el ruido ajeno es más problemático porque tiene un impacto negativo sin nuestro consentimiento.

    El aire en el cual se emite y propaga el ruido ajeno es un bien público, de uso común. No pertenece a nadie en particular sino a la sociedad en su conjunto. Por consiguiente, ni la gente ni las empresas ni las organizaciones tienen derecho ilimitado a propalar sus ruidos a discreción, como si esos ruidos se limitara solamente a su propiedad privada. Por el contrario, tienen la obligación de usar dicho bien común en forma compatible con otros usos.

    Las personas, empresas y organizaciones que no asumen esta responsabilidad de no interferir en el uso y disfrute del aire común y en cambio crean contaminación por ruido, actúan en forma similar a un matón en el patio de la escuela. Aunque quizás sin proponérselo, ignoran los derechos de los demás y reclaman para sí derechos que no les corresponden.

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